La invasión china de Taiwán, una operación posible pero sin garantías de éxito
Javier Castro Bugarín
Taipéi, 9 jul (EFE).- Un enjambre de misiles balísticos, barcos y aviones militares de última generación y enormes plataformas de desembarco anfibio son algunos de los elementos que emplearía el Ejército chino en una futura invasión de Taiwán, un escenario que los expertos consideran plausible, pero arriesgado.
La "reunificación" con Taiwán es una de las principales obsesiones del presidente chino, Xi Jinping, quien habría instruido al Ejército Popular de Liberación (EPL) a estar preparado para cualquier contingencia en torno a la isla para 2027, elevando así el nivel de alerta en Taipéi, que este miércoles dio inicio a sus maniobras militares anuales.
Aunque la disparidad de fuerzas resulta evidente, las dificultades logísticas y las purgas en las altas esferas del Ejército chino han sembrado dudas sobre la viabilidad de una operación que, de fracasar, podría tener consecuencias desastrosas para Pekín.
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Una maquinaria militar más preparada
Tras la crisis provocada en agosto de 2022 por la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, el Gobierno chino intensificó aún más su presión militar sobre la isla e impulsó los preparativos para una posible toma de la misma por la fuerza.
Según el Departamento de Defensa de EE. UU., los teatros de operaciones sur y este del EPL —los principales encargados de una eventual invasión de Taiwán— disponen actualmente de 264 buques y 1.440 aeronaves, por los 125 y 470, respectivamente, que tiene Taipéi. Además, China posee un arsenal de 3.500 misiles balísticos y de crucero, capaces de alcanzar cualquier objetivo en el Pacífico Occidental.
Pekín también ha incrementado la frecuencia de sus maniobras militares en torno a Taiwán en los últimos años, así como los ejercicios anfibios y los despliegues de sus dos portaaviones operativos, fundamentales para impedir la llegada de ayuda exterior a la isla.
Por si esto fuera poco, analistas occidentales revelaron a principios de año la construcción de enormes barcazas, conocidas como Shuiqiao, con las que China podría crear enormes muelles móviles para descargar un gran número de tropas, vehículos y piezas de artillería en las playas taiwanesas.
"La última vez que se desarrolló algo parecido fue para la invasión del Día D. Solo se construye algo así con un propósito", asegura a EFE Brent Sadler, investigador principal de la Fundación Heritage.
Tensiones internas en el EPL
A las complicaciones geográficas que entraña una invasión —aguas poco profundas en la costa oeste de Taiwán, un cinturón montañoso casi inexpugnable en el este y fuertes vientos en el Estrecho durante gran parte del año— se han sumado obstáculos de carácter interno, en especial las purgas en el seno del EPL.
Uno de los casos más sonados es el del almirante Miao Hua, destituido el mes pasado de su cargo en la poderosa Comisión Militar Central (CMC) tras ser acusado de "violación grave de la disciplina", lo que en la retórica china es sinónimo de corrupción.
También fueron castigados los dos anteriores ministros de Defensa —Wei Fenghe y Li Shangfu—, así como altos cargos de la Fuerza de Cohetes, cuerpo responsable de supervisar el programa nuclear del país, una señal de que Xi Jinping "no confía en el EPL para hacer su trabajo".
"La cuestión es si el EPL tiene el entrenamiento y la experiencia, así como el liderazgo y la capacidad para llevar a cabo una invasión. Dentro de esas dos cuestiones, diría que la inestabilidad en el liderazgo es el mayor problema ahora mismo", señala John Dotson, director del Global Taiwan Institute.
Con todo, los analistas advierten que las purgas no tienen por qué implicar inmovilismo: el propio Ejército chino lanzó una operación militar sobre Vietnam en 1979 en plena pugna por su jefatura.
"Lo mejor que podemos hacer es prepararnos para cualquier cosa que pueda pasar, pero no sería optimista respecto a estos problemas internos, porque el EPL ha purgado históricamente a sus líderes y puede operar igualmente", subraya Tu Chen-yi, del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional de Taiwán.
La acción más factible: un bloqueo
En este contexto, los expertos coinciden en que el escenario más factible para el EPL sería el de un bloqueo aéreo y marítimo de Taiwán, una operación que ha venido practicando en sus últimas maniobras y que no sería tan arriesgada como una invasión anfibia.
"Creo que Xi está decidido a tomar el control de Taiwán, pero (trataría de) evitar una guerra a gran escala, porque podría ser muy humillante si fracasa. Hay riesgos domésticos para el PCCh en eso y un bloqueo puede empezar y terminar de forma más fácil. Una vez pones tropas en la playa, ya no hay marcha atrás", sentencia Dotson. EFE
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