Llena de tierra, microbios y bacterias: la forma correcta de lavar la zanahoria para no enfermarse

Se trata de uno de los vegetales que más contacto tiene con la tierra, lo que aumenta la probabilidad de contaminación con bacterias patógenas como E. coli o Salmonella.
La forma correcta de lavar la zanahoria. Foto Unsplash
La forma correcta de lavar la zanahoria. Foto Unsplash Foto: Freepik

Al consumir frutas y verduras, es fundamental prestar atención a su correcta limpieza. Aunque las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) recomiendan consumir cinco porciones diarias, variadas en tipo y color, no hay que descuidar el lavado adecuado para garantizar su seguridad.

Especialmente en las zanahorias, que están en contacto directo con la tierra, pueden acumular restos de tierra, bacterias y otros microorganismos. Por eso, es fundamental lavarlas adecuadamente para eliminar impurezas y reducir significativamente la presencia de microbios y bacterias adheridas a su piel antes de consumirlas.

Beneficios de la zanahoria. Foto: Unsplash.
La importancia de lavar bien la zanahoria. Foto: Unsplash.

Cómo lavar las zanahorias de forma correcta

Según detalla el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se deben seguir una serie de pasos para lavar la zanahoria correctamente:

  1. Remover residuos visibles: eliminar la tierra y restos grandes de suciedad que pueden estar adheridos a la superficie de las zanahorias. Puede ser bajo el chorro de agua fría, usando las manos para frotar suave. Es importante evitar el uso de agua tibia o caliente, ya que puede afectar la textura y calidad del vegetal.
  2. Frotar con un cepillo adecuado: para una limpieza profunda, hay que utilizar un cepillo de cerdas firmes, diseñado para frutas y verduras. De esta forma, se desprenderán las partículas adheridas, especialmente en zonas irregulares y en la raíz, donde se acumula más tierra. El cepillado debe realizarse bajo el agua corriente.
  3. Enjuague final: enjuagar nuevamente bajo agua limpia para remover cualquier resto que haya quedado. Este paso es fundamental para eliminar posibles microorganismos y evitar que queden residuos de tierra o bacterias.
  4. Secado y almacenamiento: las zanahorias deben secarse con un paño limpio o papel absorbente. La humedad favorece la proliferación de bacterias, por lo que secarlas cuidadosamente prolonga su frescura y reduce riesgos. Se recomienda guardar dentro de la heladera en un envase que permita ventilación.
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La importancia de lavar la zanahoria. Foto: Unsplash

La importancia de lavar bien las zanahorias

Las zanahorias son uno de los alimentos frescos que más contacto tienen con la tierra, lo que aumenta la probabilidad de contaminación con bacterias patógenas como E. coli o Salmonella.

Por eso, una limpieza adecuada no solo previene intoxicaciones alimentarias, sino que también garantiza un sabor óptimo al eliminar toda la suciedad. Según la guía del USDA, lavar correctamente los productos frescos es una práctica esencial en la cocina para evitar enfermedades transmitidas por alimentos.