Qué es el NEAT, el método para quemar más calorías sin matarse en el gimnasio

Aunque el ejercicio físico es clave para mantenernos saludables, hay otro factor menos visible que puede tener un impacto en nuestra salud diaria. Se trata de toda esa energía que quemamos sin darnos cuenta, a través de pequeños movimientos y actividades cotidianas que no forman parte de una rutina formal de ejercicio, pero que suman y mucho al gasto calórico diario.
Este fenómeno, conocido como NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis), abarca acciones simples como caminar, limpiar, cocinar o moverse mientras se habla por teléfono. Aunque no lo parezca, incrementar este tipo de actividad puede hacer una gran diferencia, especialmente para quienes llevan un estilo de vida sedentario. A veces, pequeños cambios pueden hacer una diferencia.
La importancia del NEAT para la salud
Numerosos estudios científicos destacan el papel del NEAT en el control del peso y la prevención de enfermedades metabólicas. Investigaciones publicadas en Obesity Reviews (2012) muestran que pequeñas diferencias en la actividad física diaria no estructurada pueden explicar variaciones significativas en el gasto energético y el peso corporal entre individuos.

Además, según la National Library of Medicine, bajos niveles de NEAT y prolongados períodos sentados se relacionan directamente con un mayor riesgo de síndrome metabólico, adiposidad, mal control glucémico y diabetes tipo 2. Un estudio en Diabetes Care (2016) subraya que aumentar el NEAT contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina y a reducir la acumulación de grasa abdominal.
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Cómo aumentar el NEAT en tu rutina
Incorporar más movimiento en la vida diaria es mucho más fácil de lo que parece. Algunas estrategias efectivas son:
- Caminar más, reemplazando trayectos cortos en auto por paseos a pie o bicicleta.
- Optar por las escaleras en lugar del ascensor.
- Levantarse y moverse regularmente durante la jornada laboral, estirándose o caminando mientras se atienden llamadas.
- Realizar las tareas del hogar con mayor energía, como limpiar a fondo o moverse mientras se cocina.
- Participar en actividades recreativas que impliquen movimiento, como jugar con niños o bailar.

Es importante destacar que, aunque el NEAT tiene muchos beneficios, no puede reemplazar completamente el ejercicio estructurado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos realicen al menos 150 a 300 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o 75 a 150 minutos de intensidad vigorosa, además de ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más días por semana.

De esta forma, sumar NEAT a tu día a día no solo ayuda a quemar calorías, sino que también mejora la salud metabólica y reduce riesgos asociados al sedentarismo. Así que, además de hacer ejercicio formal, incorporar más movimiento cotidiano puede ser tu mejor aliado para cuidar tu bienestar.