¿Salmón o atún?: los expertos explican cuál conviene comer para perder peso y ganar energía

Tanto el salmón como el atún destacan por sus aportes nutricionales, aunque cada uno ofrece beneficios particulares. Según especialistas y diversos estudios citados por Prevention, alternar el consumo de ambos permite incorporar proteínas de alta calidad y grasas saludables esenciales para el organismo.
El debate entre salmón y atún divide opiniones entre nutricionistas y amantes de la alimentación equilibrada. Si bien comparten prestigio en el mundo de la cocina saludable, sus diferencias pueden influir en la elección según los objetivos de cada persona. Por lo tanto conocer sus propiedades facilita una selección consciente para aprovechar sus beneficios.

Salmón vs. atún: el debate nutricional que define una dieta saludable
El salmón, en particular, se distingue por su riqueza en ácidos grasos omega-3, especialmente EPA y DHA, que el organismo utiliza de forma directa. “El salmón es una fuente ideal de estos nutrientes, fundamentales para disminuir la inflamación y cuidar la salud del corazón y el cerebro”, explicó Jordan Hill, dietista registrada en Live it Up.
Estudios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) respaldan su papel en la función cerebral, la producción de energía y la protección de las membranas celulares.
También podría interesarte

Por otro lado, el atún se presenta como la opción más magra. Una porción de 100 gramos de atún rojo contiene apenas 144 calorías y 23 gramos de proteínas, frente a las 197 calorías y 20 gramos de proteína del salmón.
Esa diferencia lo convierte en el aliado preferido de quienes buscan aumentar la saciedad sin elevar la ingesta calórica.

El salmón aporta mayor cantidad de grasas saludables, mientras que el atún ofrece una dosis superior de selenio, un mineral que contribuye al equilibrio hormonal y puede retrasar el avance de enfermedades tiroideas, según una revisión publicada en Frontiers in Endocrinology.
Sin embargo, los especialistas advierten sobre un punto clave: el contenido de mercurio en algunas variedades de atún. Jamie Baham, dietista de Ladybug Nutrition, recomienda que embarazadas y lactantes opten por atún claro enlatado, “ya que contiene niveles mucho más bajos de mercurio que el atún blanco o el de aleta amarilla”.

En cuanto a la pérdida de peso, ambos pescados tienen un rol protagónico. Su alto contenido proteico ayuda a prolongar la sensación de saciedad y facilita el control del apetito. Una investigación publicada en Obesity Science & Practice demostró que las dietas con alto aporte de proteínas favorecen la reducción de grasa corporal y la estabilidad del peso a largo plazo.
Lejos de ser rivales, el salmón y el atún se complementan favorablemente. Incorporarlos en el menú semanal (de dos a tres veces por semana, según las recomendaciones internacionales) permite aprovechar sus beneficios combinados: proteínas de calidad, omega-3, selenio, vitamina D y un aporte energético equilibrado. La elección ideal, concluyen los expertos, no es entre uno u otro, sino en la variedad inteligente que asegure salud y vitalidad en cada plato.