Qué se sabe de Psyche 16, el asteroide estudiado por la NASA que podría cambiar la economía mundial para siempre

La NASA avanza en una ambiciosa misión destinada a investigar el potencial minero de un asteroide llamado Psyche 16. Este cuerpo celeste, compuesto en gran parte por metales como hierro y níquel, se estima que podría tener un valor astronómico: alrededor de 10 quintillones de dólares.
Imaginar un futuro donde los recursos del planeta no dependan exclusivamente de lo que yace bajo la superficie terrestre podría ya no ser pura fantasía.

Es que la NASA lleva años desarrollando tecnología y estrategias para convertir la minería espacial en una realidad, con la mirada puesta en lograrlo mucho antes de que termine este siglo.
El proyecto “minero” de la NASA: la misión Psyche
El 12 de octubre de 2023, la NASA lanzó la Misión Psyche, un proyecto sin precedentes destinado a investigar el asteroide 16 Psyche.
También podría interesarte
Ubicado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, este coloso espacial pertenece a una rara categoría: es un asteroide metálico, también conocido como tipo M.
Por primera vez en la historia moderna, una sonda se dirige específicamente a estudiar un objeto compuesto en gran parte por metales. Aunque las observaciones realizadas desde la Tierra han permitido esbozar algunas hipótesis sobre su composición, la verdadera naturaleza de Psyche sigue siendo un misterio. Se espera que la nave llegue en 2029, y hasta entonces, todo son conjeturas sobre lo que podrá encontrarse allí.
Además de su enorme valor científico -clave para comprender el origen y la evolución del sistema solar-, este asteroide ha despertado el interés de otro sector: el de la minería espacial, que ve en él una posible fuente futura de recursos metálicos a gran escala.
Cómo es el asteroide 16 Psyche que tanto interesa a la NASA
Con un diámetro de aproximadamente 220 kilómetros, el asteroide 16 Psyche representa cerca del 1% de la masa total del cinturón de asteroides. Sin embargo, lo que lo hace realmente extraordinario no es su tamaño, sino su composición.
Según algunas estimaciones, esta roca metálica podría contener metales -como hierro, níquel y otros elementos valiosos- por un valor de hasta 10 quintillones de dólares.

Esta cifra, de confirmarse, tendría el potencial de transformar por completo la economía global. Tal abundancia de recursos podría reducir drásticamente la dependencia de las tierras raras y metales estratégicos actualmente controlados por potencias como China.
Esto podría traducirse en ser una fuente casi inagotable de metales que podría abaratar dispositivos tecnológicos, abrir nuevas industrias y liberarnos de las limitaciones impuestas por los recursos terrestres.
Una pregunta que llena de incertidumbres
Pero ante esta posibilidad surge una pregunta clave: ¿es posible traer a la Tierra enormes cantidades de metales?
Si bien el envío de sondas y rovers al Espacio es hoy una capacidad consolidada, traer grandes volúmenes de material de regreso a la Tierra sigue siendo un reto muy distinto.
Misiones pioneras como Hayabusa2 de Japón y OSIRIS-REx de la NASA han demostrado que es técnicamente posible recolectar y retornar pequeñas muestras de asteroides. No obstante, escalar ese logro para extraer y transportar toneladas de recursos representa un desafío tecnológico y logístico de enormes proporciones.

Pero todo “no está perdido”: existen otros asteroides metálicos tipo M, como el 1986 DA y el 2016 ED85, que aunque son de menor tamaño, se encuentran mucho más próximos a la Tierra. Esta cercanía los convierte en objetivos más accesibles y potencialmente menos costosos para futuras operaciones de minería espacial.