Un error tras una misión de la NASA: qué peligro representa la aparición de nuevas “rocas” en el espacio

Una misión de la agencia espacial tiene serias consecuencias, ya que aparecieron daños colaterales en el universo.
NASA, exposición, espacio.
NASA, exposición, espacio. Foto: EFE

Una falla de la NASA podría generar problemas en el espacio, con claros efectos secundarios. Se trata de la reconocida misión DART (Prueba de Redirección de Asteroides Doble), que se realizó por primera vez en 2022, y constó del lanzamiento de una nave que debía desviar el asteroide Dimorphos, que viajaba con dirección a la Tierra.

El paso del tiempo podría demostrar que, más allá de su objetivo, causó un particular peligro, según indica un estudio que se publicó en The Planetary Science Journal. El impacto que tuvo hizo que se desprendan cientos de rocas, que ahora están esparcidas por el espacio a una gran velocidad.

Fotografía cedida por la NASA donde se aprecia una ilustración de la nave de Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble (DART) , Foto: EFE
Fotografía cedida por la NASA donde se aprecia una ilustración de la nave de Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble (DART) , Foto: EFE

Los datos del informe señalan que la nave impactó a más de 24.000 kilómetros por hora y logró dar contra el centro del asteroide, que tenía un diámetro de 160 metros.

La misión incluyó el viaje del satélite italiano LICIACube, que tenía la función de transmitir las imágenes. Allí, se pudo observador que al menos 104 pedazos se desprendieron, que fueron llamados “rocas espaciales”. Estas tenían tamaños variados: desde los 20 centímetros hasta más de tres metros en su ancho.

Uno de los problemas que surgió de esta explosión es que las rocas espaciales viajaban a una velocidad tres veces mayor a la que se esperaba. Tony Farnham, astrónomo de la Universidad de Maryland y autor del estudio, indicó: “El impulso adicional sugiere que hubo factores dinámicos desconocidos durante el impacto”.

El recorrido de la nave DART de la NASA.
El recorrido de la nave DART de la NASA. Foto: ESA

Para la sorpresa de los especialistas, los fragmentos no salieron disparados en direcciones aleatorias, sino que se dividieron en dos grupos. Farnham explicó: “Es un patrón extraño, algo que no esperábamos. Hay un comportamiento subyacente que aún no comprendemos”.

Los datos fueron sometidos a análisis, que despertaron preocupación: en el futuro podrían impactar contra otros cuerpos celestes, con consecuencias todavía desconocidas.

Un estudio realizado en abril apuntaba que algunas de estas rocas espaciales podrían chocar con Marte en cerca de 6.000 años. Más allá de que no hay riesgos para la Tierra, estaría en peligro el desarrollo de asentamientos humanos en dicho planeta, uno de los grandes objetivos de la ciencia a futuro.