Cómo es Kamchatka, la remota región de Rusia que sufrió uno de los peores terremotos de la historia

La península de Kamchatka, situada en el Lejano Oriente ruso, es protagonista en las últimas horas al registrarse uno de los terremotos más fuertes a nivel histórico, de una magnitud de 8,8.
Tras el movimiento telúrico viene el consecuente tsunami y las réplicas, por lo que muchos países que limitan con las costas del Pacífico están en alerta.
Cómo es Kamchatka, la remota zona del este de Rusia donde ocurrió el terremoto
Es un territorio repleto de actividad volcánica y sísmica, uno de los que más registra este tipo de cuestiones naturales en el mundo. Incluso llega a ser peligroso para la aviación civil, debido a las abundantes nubes de ceniza que expulsan los volcanes que aún están activos.
Es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico (con cerca de 30 volcanes activos de los casi 130 que tiene en total), los cuales están inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1996.
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Como el de este miércoles, los terremotos son habituales en la región por encontrarse al borde de la placa tectónica norteamericana que limita con la euroasiática y también la del Pacífico y muy próxima a la placa filipina.
La península, bañada al Oeste por el mar de Ojótsk y al Este por el mar de Bering, se desprende de la zona continental de Rusia al Norte y los países más cercanos a su geografía -tras Rusia- son Japón al Sur y Estados Unidos (con Alaska) al Este.
Cuenta con una superficie de 470.000 kilómetros cuadrados (aproximados), pero una población muy pequeña de apenas entre 300.000 y 400.000 habitantes, según los datos rusos. La población, a su vez, es multiétnica, lo que lo hace un lugar muy heterogéneo.
La mayor cantidad de las personas se concentran en su capital, Petropávlovsk-Kamchatski, una ciudad portuaria fundada a mediados del Siglo XVIII, que vive principalmente de los astilleros para las flotas pesqueras.
El resto de los habitantes viven en pequeños núcleos urbanos a lo largo y ancho de la península. El turismo -recientemente movilizado- es uno de los ingresos de sus lugareños como para hacer frente a condiciones muchas veces inhóspitas y a recursos que no abundan.