El uso de los trenes blindados en la guerra: del protagonismo en conflictos icónicos a la exclusividad en solo dos países

El desarrollo de la aviación militar y el aumento de las capacidades de misiles hicieron que las vías férreas fueran vulnerables a ataques y sabotajes, y estos vehículos quedaran inmóviles.
El tren blindado "Hurban", empleado en la Insurrección nacional eslovaca.
El tren blindado "Hurban", empleado en la Insurrección nacional eslovaca. Foto: Wikipedia.

A lo largo de la historia, los trenes se utilizaron en la guerra de varias maneras, principalmente como vehículos blindados -convoyes ferroviarios protegidos con blindaje metálico y equipados con cañones, ametralladoras y otros armamentos para la defensa y el ataque en zonas de combate- para transportar tropas y armamento con protección.

Hoy en día, estos ferrocarriles, muy efectivos en el pasado por su capacidad para transportar grandes cantidades de artillería a distancias seguras, se hicieron menos relevantes.

Tren blindado alemán en la Unión Soviética, hacia 1942. Foto: Bundesarchiv

El desarrollo de la aviación militar y el aumento de las capacidades de misiles hicieron que las vías férreas fueran vulnerables a ataques y sabotajes, y los trenes blindados quedaran inmóviles. Los vehículos de ruta y el transporte aéreo ofrecen una mayor flexibilidad y movilidad, lo que los convierte en alternativas más efectivas en la actualidad.

Por esos motivos, hoy en día este tipo de ferrocarriles se usan principalmente en Rusia y Corea del Norte. Mientras que los rusos los reactivaron para su uso militar en Ucrania y para tareas de escolta de suministros, los norcoreanos los emplean para el transporte seguro de su líder, Kim Jong-un, en sus viajes internacionales:

  • Rusia: reactivó y modernizó trenes blindados como el Baikal y el Amur para su uso en la guerra de Ucrania. Estos trenes se utilizan para desplegar tropas, realizar escoltas de suministros, y transportar armamento antiaéreo y vehículos de combate.
  • Corea del Norte: el líder Kim Jong-un utiliza su tren blindado, conocido como Taeyangho, para viajes internacionales. Se dice que hasta 90 vagones se usan para este propósito, transportando al líder, su equipo de seguridad y suministros, con trenes adicionales de seguridad que inspeccionan las vías.
Kim Jong-Un bajando del tren blindado Taeyangho. Foto: X @carventura84

El importante rol de los trenes en las guerras más importantes de la historia

Durante la Guerra Civil de Estados Unidos, los trenes tuvieron por primera vez un rol determinante. No solo se utilizaron para el traslado de tropas y mercancías, sino que también pasaron a formar parte de la propia dinámica de la guerra. La red ferroviaria permitió movilizar ejércitos enteros con rapidez, garantizar el abastecimiento en frentes lejanos y trasladar heridos hacia hospitales de retaguardia. Al mismo tiempo, los rieles se convirtieron en objetivos estratégicos: destruir vías, puentes o locomotoras podía frenar una ofensiva completa.

De esta manera, el ferrocarril no solo fue un medio logístico esencial, sino también un campo de batalla en sí mismo, marcando un antes y un después en la forma de librar la guerra.

La Guerra Civil Rusa se convirtió en uno de los escenarios más destacados para el uso de trenes blindados ya que, en un país de enormes distancias y con escasa infraestructura vial, las líneas ferroviarias resultaban vitales para mover tropas, armas y suministros.

Estas formaciones, equipadas con artillería, ametralladoras y protección blindada, se transformaron en verdaderos sistemas de combate móviles. Entre ellas destacó el tren blindado de León Trotski, líder del Ejército Rojo, que funcionaba como cuartel general rodante: allí organizaba operaciones, difundía propaganda mediante una imprenta a bordo y, sobre todo, recorría los frentes para elevar la moral de las tropas.

Gracias a su capacidad de mantener comunicación y abastecimiento en distintos frentes, los trenes blindados fueron clave para el triunfo bolchevique y se convirtieron en un símbolo de poder militar y político.

Los trenes blindados de la Guerra Civil Rusa. Foto: Sputnik

En la Segunda Guerra Mundial, el transporte ferroviario fue un recurso estratégico de primer orden tanto para Alemania como para el Imperio del Japón. Los nazis recurrieron a trenes blindados, equipados con artillería y ametralladoras antiaéreas, que servían tanto para la defensa como para garantizar el suministro de armas, municiones y alimentos hacia los distintos frentes.

Japón, por su parte, impulsó la construcción del tristemente célebre Ferrocarril de Birmania, conocido como el “Ferrocarril de la Muerte”, una obra levantada con mano de obra forzada de prisioneros de guerra y civiles asiáticos en condiciones extremas. Este tren, que buscaba asegurar el abastecimiento de las tropas japonesas en el sudeste asiático, terminó convirtiéndose en un símbolo de la brutalidad del conflicto y de las enormes exigencias logísticas que imponía la guerra moderna.

El ferrocarril también fue un instrumento central en el Holocausto. El régimen nazi utilizó la red ferroviaria nacional para deportar a millones de personas hacia los campos de concentración y exterminio. En vagones de carga sellados, los prisioneros eran transportados en condiciones inhumanas.

Los ferrocarriles, el medio utilizado por los nazis para transportar judíos a los campos de concentración. Foto: Wikipedia.

Otro episodio simbólico ligado al ferrocarril fue el del Vagón del Armisticio. Allí se firmaron dos acuerdos históricos: el armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial y, más tarde, el que supuso la rendición de Francia ante la Alemania nazi. Tras esta última firma, Adolf Hitler ordenó destruirlo para evitar que se convirtiera nuevamente en el escenario de otra capitulación alemana.

Aunque su era dorada como arma de combate ya pasó, los trenes mantienen un rol logístico crucial, como se observa en la guerra moderna, donde aún se utilizan para el movimiento de grandes volúmenes de equipos y tropas.