El dólar pierde peso en el mundo: dejó de ser la divisa principal en más de 25 países y lo reemplaza una moneda poco conocida
El hecho de que el dólar estadounidense pierda peso a nivel global y deje de ser la moneda principal en una red de países que decidieron adoptar una nueva forma de comercio internacional, cambia la forma en la que muchas economías se relacionan con el sistema financiero mundial.
Más de 25 países ejecutan operaciones utilizando la rupia india como moneda para el comercio internacional, desplazando gradualmente al dólar estadounidense en transacciones bilaterales, con el objetivo de reducir su dependencia del dólar y fortalecer nuevas alianzas estratégicas.
Esta iniciativa, llevada a cabo por países de Asia, África y Medio Oriente para pagar importaciones de crudo, fertilizantes y bienes industriales, se entiende en el marco de una estrategia más amplia de desdolarización que incluye la necesidad de evitar los efectos adversos de las sanciones internacionales y de abaratar costos de transacción. Además, se debe tener en cuenta el interés de India en consolidarse como potencia económica y financiera dentro de Asia.
Cómo afecta la desdolarización en más de 25 países al comercio global
El proceso mediante el cual los países disminuyen su dependencia del dólar estadounidense en las transacciones internacionales, está comenzando a transformar la dinámica del comercio global. Este cambio busca reducir la hegemonía del dólar y abrir paso a un escenario más equilibrado, donde otras monedas adquieran protagonismo.
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Uno de los efectos más relevantes de esta tendencia es la diversificación financiera. Al incorporar monedas como la rupia india en las operaciones comerciales, los países reducen su exposición al dólar y logran mayor autonomía en sus intercambios. Esto no solo amplía las alternativas en el sistema financiero, sino que también disminuye los riesgos asociados a la dependencia de una sola divisa.

Otro aspecto clave es la protección frente a sanciones. Las naciones que se encuentran bajo presión o restricciones impuestas por Estados Unidos pueden continuar comerciando utilizando monedas alternativas, evitando así bloqueos que afecten sus economías. Este mecanismo les otorga mayor margen de maniobra y asegura la continuidad de sus relaciones comerciales.
Por último, el comercio en moneda local disminuye la exposición cambiaria. Al eliminar la necesidad de conversión al dólar, se reducen costos adicionales y se mitiga el impacto de la volatilidad de esta divisa en los acuerdos bilaterales. Esto genera operaciones más estables y previsibles para los países involucrados.