Horror en Córdoba: un hombre asesinó a un perro que era apoyo emocional de una nena con epilepsia

Un horroroso hecho tuvo lugar en Villa General Belgrano, Córdoba. Harry, un perro de que le brindaba apoyo emocional a una nena con epilepsia, fue asesinado por un vecino, quien se excusó en que el animal había orinado su auto.
El can se había extraviado de su casa en el barrio cerrado Los Molles y la familia lo buscó, sin suerte, durante toda una noche. A la mañana siguiente, retomaron la búsqueda y se encontraron con el cuerpo sin vida de su amigo de cuatro patas: estaba debajo de un arbusto frente a su casa, con una herida de bala.

En diálogo con El Doce, Germán, padre de la niña contó que el propio asesino confesó haber matado al perro debido a que había orinado en su auto. Además, amenazó con el arma homicida a tanto a él como a Marta (la madre) y a otros miembros de la familia.
“Respecto a lo judicial, ya está supuestamente procesado, o sea, está imputado, en el tribunal de Río Tercero bajo el juez Carvallo”, informó Germán sobre el agresor, quien no solo enfrenta cargos por el asesinato del animal, sino también por las amenazas contra la familia.
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El comunicado de la familia de Harry
A través de las redes sociales, Marta, la madre de la familia, realizó un duro descargo, en donde señaló al asesino de destruir “la vida de mis 3 hijas y la mía también”.
“El día 26/06/25 nuestro perro Harry se escapó de mi casa al rededor de las 17:30 hs. Volvimos de noche, estaba helado y salí con mis hijas llamándolo y nada”, comenzó a relatar.
Y añadió: “El día viernes 27 salimos otra vez a buscarlo y cuando volvemos a mi casa empezó esta locura, una pesadilla. Ahí estaba mi perro tirado en un arbusto con un tiro en el corazón, no fue un tiro al azar, sino de alguien que sabía muy bien lo que estaba haciendo. Esto lo hizo el jueves al rededor de las 18 y esta ‘persona’ lo dejo ahí tirado, enfrente de mi casa. Me escucho toda la noche como yo y mis hijas buscábamos a Harry”.

“Hace 9 meses que vivo en este barrio y sin saberlo teníamos al frente de casa un canisida, y hoy tengo que vivir con mis 3 hijas con ellos cruzando la calle sin saber en qué momento pueden volver a disparar. Cuando aceptó que fue el nos decía ‘yo lo bajé, yo lo bajé’“, prosigue el relato
Y expresa: “Para vos fue un perro pero para nosotros no. El acompaña y ayudaba a mi hija de 9 años con sus ataques de epilepsia, dormían juntos para que ella se sintiera contenida. Todas las mañanas antes de irse al colegio el se subía al auto y las saludaba”.
“Necesito que alguien me ayude, tengo miedo porque además de matar al perro el NOS AMENAZÓ, a mí, a mi marido a mi hermano, nos desafiaba con UN ARMA EN LA CINTURA y nos hacía gestos como que la iba a usar. Yo gritando para que mi marido se aleje y su pariente estaba viendo toda la situación sin hacer nada”, cierra.