Más fácil y rápido imposible: cómo hacer un postre de frutillas, crema y galletitas sin horno y en 20 minutos

Preparar un postre casero no siempre requiere experiencia en repostería ni largas horas en la cocina. Existen recetas simples, prácticas y con resultados sorprendentes, ideales para quienes buscan algo dulce sin complicarse. Una de ellas es la crema de frutillas con galletitas, una combinación clásica que se prepara en menos de 20 minutos y no necesita horno.
Con pocos ingredientes y un paso a paso sencillo, este postre se convirtió en una de las opciones preferidas para el verano. La mezcla de la frescura de las frutillas con la suavidad de la crema y el toque crocante de las galletitas crea un equilibrio perfecto entre sabor y textura.

Postre sin horno: cómo preparar una crema de frutillas con galletitas en pocos minutos
Su versatilidad permite adaptarlo a distintos gustos y presentaciones: en copas individuales, en una fuente familiar o incluso en formato de trifle, con varias capas de colores.
Ingredientes:
- 1 paquete de galletitas de vainilla.
- 300 g de frutillas frescas.
- 250 g de crema de leche.
- 2 cucharadas de azúcar.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- Un chorrito de leche para humedecer las galletitas.

Preparación paso a paso:
- Lavá bien las frutillas y cortalas en trozos pequeños, reservando algunas enteras para decorar.
- En un bol, batí la crema de leche con el azúcar, un poco de frutillas y la esencia de vainilla hasta que la mezcla quede firme y aireada.
- En una fuente, colocá una base de galletitas apenas humedecidas con leche.
- Agregá una capa de crema, luego frutillas picadas y repetí hasta llenar el molde.
- Terminá con una capa de crema y decorá con las frutillas reservadas.
- Llevá a la heladera durante al menos 2 horas para que las galletitas se ablanden y los sabores se integren.

- Tip extra: si querés hacerlo aún más irresistible, podés sumar una capa de dulce de leche, chocolate rallado o merengue.
Además de su sencillez, este postre tiene otro punto a favor: es ideal para preparar con anticipación. Se conserva perfectamente en frío y resulta una excelente alternativa para reuniones familiares, cenas informales o eventos en los que se busca algo fresco y liviano para cerrar la comida.















