El pueblo imposible de nombrar que cautiva en Buenos Aires: hasta 1994 sus calles no tenían nombre y pertenece a tres partidos
A 50 km de Tandil y a 63 km de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires, se encuentra un pequeño pueblo de nombre difícil de pronunciar: Napaleofú y que cuenta con varias particularidades. Su nombre es una derivación del vocablo mapuche napa o napad y se cree que es la que usaban para referirse al Arroyo Chico.
El lugar tiene un importante contenido histórico, ya que se formó a partir de enfiteutas que establecían estancias aprovechando la seguridad que les brindaba el cercano Fuerte Independencia. Su primer dueño fue Manuel Sánchez, quien optó por establecer la estancia Napaleofú, pero al morir sus herederos donaron las tierras donde se estableció, lo es hoy el centro y la estación de ferrocarril.

En 1946 se inauguró la Ruta Nacional 226, que pasaba a 5 km del pueblo, al que se podía acceder por un camino lindero a la vía del ferrocarril. Cuando se construyó la Ruta Nacional 227, que une la 226 con Quequén, se empezó a dar forma al nuevo pueblo.
Calles sin nombres
Uno de los atractivos de Napaleofú es que sus calles no tenían nombre porque todos se conocían y sabían donde vivían. El problema se acrecentó con los servicios postales y la empresa Telefónica que no sabía a dónde entregar las facturas telefónicas. Fue así que la Escuela de Educación Media N.º 1 presentó un proyecto en 1994, decidiendo reconocer las raíces de su localidad y homenajear a sus primeros pobladores otorgando nombres derivados del idioma mapuche a las calles.
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La población originaria de estas tierras se denominaba serranos, un grupo puelche perteneciente al complejo cultural tehuelche que a partir de mediados del siglo XVIII comenzó a experimentar el impacto de la expansión de los mapuches o araucanos.

Desde hace 30 años la arteria para ingresar se llama Conque (entrada en lengua mapuche) y la de salida, Tuun (irse); la de la plaza es Ranguiche (en medio del gentío); la del bar Putupeyel (bebida); donde se encuentra la cancha de fútbol Palihue (cancha); la de la comisaría Lovhuen (jefatura), la del almacén, Huelucau (comercio); la de la escuela de enseñanza media Quimelcan (instruir) y la del jardín de infantes Quiteu (jardinero).
Es curioso, pero después de haber transcurrido más de una década de la asignación, algunos optan por decir calle de entrada y no Conque porque les resulta difícil pronunciar los nombres mapuches.
Pertenecer a tres partidos
Otro dato que vuelve único al pueblo es que está al límite entre tres partidos distintos. Los dos principales en los que se divide Napaleofú son Balcarce y Lobería, entre los cuales se reparten parte del pueblo y están separados por la calle Devupulen. Al mismo tiempo, por una cuestión de cercanía, muchos de sus habitantes están registrados en el partido de Tandil.

Este rasgo del pueblo genera situaciones curiosas, como es el caso del Club Defensores, el cual tiene su cancha sobre el partido de Lobería, pero los vestuarios de la cancha se ubican pasando la calle Devupulen, por ende, pertenecen al partido de Balcarce.

















